viernes, 6 de febrero de 2015

La reforma moral y social pendiente

Hace unas semanas, en la sección de cartas al director de un periódico de tirada nacional, una mujer llamada Patricia escribía esto: Yo he sido uno de muchos jóvenes obligados a darse de alta como falso autónomo, con ingresos bajos y una dependencia total del empleador. Sin poder optar a otro trabajo, aguantando lo que me echen, que te paguen en negro, que te exijan mucho más por menos. Después de todo esto, ¿que roban los políticos?, no lo veo tan extraño si en España cada uno roba en su medida. Lo que hace falta en España no son nuevos políticos, sino una reforma moral y social de los españoles. Un cambio en nuestros valores y eso solo se hace con educación.

¡Una reforma moral y social de los españoles! Patricia: quién quiera que seas y estés donde estés, mi más completo acuerdo. Pero, lo que estás planteando es la revolución. ¿Lo sabes, no? ¿Eres consciente de ello? La revolución que no se ha hecho jamás en España, ni siquiera en pequeña medida y tan parcial como las circunstancias históricas lo permitieran: la “revolución de la Ilustración”. España, por el contrario, es la patria del oscurantismo, de la contrarrevolución, de la contrarreforma, del los unos contra los otros, y del dar por culo.

Y para no hacer la revolución, aunque sea con minúsculas y en plan modesto, los viejos y nuevos tahures nos siguen bombardeando con sus apestosas, mentirosas, falaces, propuestas políticas. La derechona posfranquista, acosada por los cuatro costados por Alí Baba y los cuarenta mil ladrones. El centro izquierda socialista dedicado a su tradicional y preferido entretenimiento: mirarse el ombligo y pelearse entre ellos. Y la llamada izquierda-izquierda comida por los pies por sus propios camaradas, las juventudes estalinistas, más los refuerzos chavistas y unos cuantos infiltrados cualificados de Falange y aledaños. 

Marat en su blog opinaba recientemente: Lo cierto es que “la nueva política” de Podemos tiene un estomagante hedor a cañerías atascadas. Oligarquía interna de Podemos, centralización del poder, acceso al sanedrín circular o a los vicerreinatos locales en función a la fidelidad inquebrantable al líder espiritual y político, listas plancha, ciberactivistas que sólo cuentan para pagar crowdfundings y otras donaciones, aplaudir las ocurrencias de los líderes y hacer los bises en las redes sociales, denuncias y luchas internas de poder en los vicerreinatos que, en ocasiones, son más bien reinos de taifas, pasteleos internos para ocupar puestos, palabrería hueca de contenidos, búsqueda permanente del titular que lleva a improvisar diciendo la primera tontería que aflora a la mente, dirigentes mediocres, pucherazos en elecciones a cargos en los círculos locales… 


                                                                                 ©Angelo Prey

¿Reforma moral y social planteaba Patricia? ¡¡¡Ja, ja ja, ja!!! ¡Que me parto en cinco cachos! ¡Que se me escapan corriendo las muelas del juicio! Menuda reforma moral y social proponen los recién llegados. ¿Su nuevo modelo es el que ha implantado en su pueblo doña Tania, la candidata a un puestazo en Madrid: el reparto de prebendas municipales entre familia y amiguetes, sin sacar la contratación a concurso público? ¿O los 400.000 eurazos que le ha endiñado al "nuevo Beria" el Estado Bolivariano Revolucionario de Venezuela, no se sabe muy bien en qué concepto? ¿O la pastaza que viene cobrando el líder (perdón ¡¡¡EL LIDER!!!) por los programas de telebasura donde participa y no declara a Hacienda? ¿Pero no era eso mismo de lo que les acusan a la “casta del PP y PSOE”? ¿No es precisamente eso lo que dicen que van a eliminar cuando ganen la elecciones? ¡Ya te veo, Timoteo!

¡Qué torpeza la mía, ahora caigo! Es que ellos son gente y los demás somos casta. ¡Ya está todo aclarado! La gente no roba, hace reparto social. La gente no miente, engaña, tergiversa, estafa; es la casta que les tiene manía y saca las cosas de sitio.

Por cierto, ¿a qué telegénico universitario genio de la botella se le habrá ocurrido eso de la gente. Los que hayan nacido de los años 60 para atrás recordarán a un apestoso grupo de música, una panda de pesados llamados ¡Viva la gente!, una peña infecta y soez que nos cantaban unos himnos chorreantes de la “chispa de la vida”, donde se oían cosas como estas:

¡Viva la gente!
la hay donde quiera que vas
viva la gente
es lo que nos gusta más
con más gente a favor de gente
en cada parte y lugar
habría otro mundo distinto…

Mi disco duro (el de la memoria) no guarda más archivo, afortunadamente. Pero la cancioncita seguía con estrofas por este estilo. ¡Deprimente! Los progres de la época (esos mismos que ahora son más fachas que Ramiro Ledesma Ramos) decían que ese grupete monjil era de la CIA. Aquellos pobrecitos tontainas veían a la CIA hasta en los pedos que se tiraba la taquillera del cine de barrio. No se si serían de la CIA o de la TIA, lo que sí eran unos plastas. Y estos de la gente de ahora, unos listillos, además de unos analfabetos funcionales. (Se puede haber ido a la universidad y seguir siendo analfabestia). 

En un blog de un periódico de gran tirada, un comentarista apunta lo siguiente:

Para analizar un fenómeno político como el de Podemos debemos de buscar respuestas a preguntas como: ¿Por qué sé produce? ¿Cuál es su ideología?... ¿Quién lo financia? ¿Para que surge, con qué objetivos?... Podemos surge de un proceso de manipulación política de la sociedad española... un oculto proyecto político liderado por sectores de las elites dirigentes de la derecha española, afines al Partido Popular, aunque no solo, pues es evidente que a dicho proyecto también se han sumado sectores de la izquierda. 

Podemos todavía no gobierna en ningún sitio en España, todavía no tienen un solo diputado, ni un solo concejal, a pesar de ello sus dirigentes disfrutan de un injustificable e insólito apoyo mediático, sin precedentes en la historia de la política tanto nacional como internacional… Apoyo mediático que encubriéndolo bajo la intención de realizar critica política le dan cadenas como 13tv, de la Conferencia Episcopal, ante lo que debemos preguntarnos ¿Dona el Estado español a la Iglesia Católica, a la Conferencia Episcopal, dinero para que ésta pueda tener una costosa cadena de televisión dedicada principalmente a la propaganda política, para más inri de Podemos?

 Podemos buscar crecer electoralmente oponiéndose cínicamente a una casta política de la que recibe un fuerte apoyo y financiación, y a la que siempre han pertenecido… El sábado pasado (en la Puerta del Sol de Madrid), los dirigentes de Podemos hablaron de cambio, pero al único cambio al que se refirieron es al consistente en que ellos sustituyan a los que hoy gobiernan. 

Este fenómeno siempre se ha denominado en nuestro país “darle la vuelta a la tortilla” o “quítate tú que me pongo yo”. Y es más viejo que el mear.

                                                                              ©Angelo Prey

Hablábamos al inicio, con Patricia, de la revolución moral y social. La revolución moral y social no la hace la gente, la hacen los ciudadanos libres, instruidos, formados, críticos. Y a la cabeza, la clase trabajadora (la que, por cierto, los podemitas salvapatrias no mencionan por ningún lado, debe de ser que no existe o no la conocen). Pero la clase trabajadora la dejaremos para otro día, que tengo que ir a hacer la compra.



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